CHIPAQUE
Vista desde el camino
Vista panorámica de Chipaque
Pila en el parque Principal
Casa en la plaza principal
Vista de la iglesia de Chipaque
En el paque central
Calle en Chipaque
Vista de la torre de la iglesia. Al fondo se puede apreciar la población de Une Cundinamarca
Fachada
Esquina
UNE
Vista de Une desde el camino
Desvío en la ruta Bogotá - Villavicencio que lleva a Une en Cundinamarca
Rio en el camino
Viviendas en Une
Casa en la alcaldía
En la iglesia de Une
Parque principal
Arquitectura típica
CÁQUEZA
2 comentarios:
CHIPAQUE: retazo de infancia que cuelga de la fronda de los saucedales, atropellando recuerdos, que llenos de vivencias sentimentales se asoman a mi verso. Bendito pueblo donde conocí la dicha arcana y la sensibilidad humana de seres llenos de carisma, de virtudes morales y de metáforas plagadas de éxtasis otoñales.
Mi corazón arropado por el cendal de sus neblinas, pervive aprisionado al encanto de su nostalgia crepuscular y a los ojos del ayer que observan a través del alma, los momentos compartidos con la musa que alienta mis rimas mas allá de la distancia y llena de añoranzas el diario de mi vida.
ATT.
LUIS HERMES BERNAL FIGUEREDO
IGUAL COMO AYER...
Como hoja en el viento el pueblo se agita,
en laderas y cerros el abismo grita.
Como una serpiente, la carretera
arrastra recuerdos, amor y quimeras.
De golpe sus casas, monótonas, frías,
caminan cargando su melancolía.
¡Hilos de infancia que presurosos
atan en mi alma, motivos hermosos!
Igual como ayer, un donaire triste
pueblito andino que a la niebla abriste,
Un sueño de besos, dulzura y querer
congoja de angustia, huellas de ayer.
Moví mi cabeza no se cuantas veces
sutil sentimiento pide que regrese.
A extasiarme de sueños, de amor otra vez,
Cuando todo es olvido, amarga vejez.
Mis ojos llenaron con luces de asombro,
Un nocturno vago escondido en escombros.
Una magia quieta y a la vez divina,
Augusta, mirífica, la blanca esquina.
Mujer de mi vida ¡Novia de angustias!
silencio de cartas, ilusiones mustias.
Errante desdicha porque sabe Dios
edénico y vano el jardín de los dos.
Los sauces, los pinos, igual de cetrinos,
Su huella en la niebla,el mismo camino.
Alcores y ocasos muriendo de frío,
la cumbre lejana los montes sombríos.
En el río ¡abajo! en la piedra gris,
Un día me senté, radiante felíz.
La piedra sin alma, sin tiempo, sin ELLA,
De invierno en invierno opacan su huella.
Fantasma de nieve de lejos camina
Doblado de estrellas, repleto de cimas.
Con una corona mística e invernal
De velo flotante y de voz colosal.
Igual como ayer las puertas dormidas
Los árboles muertos, las calles sin vida.
La blanca esquina sin ELLA se vé
¡Nada ha cambiado, Yo soy quién cambié!
AUTOR:
LUIS HERMES BERNAL FIGUEREDO
Con cariño para la gente linda de Chipaque.
Mis ojos
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